Esta afirmación es incorrecta. En realidad, el aire es más denso que el oro. La densidad del oro es de 19,3 gramos por centímetro cúbico (g/cm³), mientras que la densidad del aire a temperatura y presión ambiente es de aproximadamente 0,0012 g/cm³. Esto significa que el oro es unas 16.000 veces más denso que el aire.