La energía almacenada en los lípidos se libera cuando los ácidos grasos se oxidan. La oxidación es una reacción química que implica la transferencia de electrones de una molécula a otra. Cuando los ácidos grasos se oxidan, los electrones se transfieren de los átomos de carbono de los ácidos grasos a los átomos de oxígeno. Esta reacción libera energía en forma de calor y luz.
El cuerpo puede utilizar la energía liberada por la oxidación de los ácidos grasos para impulsar sus actividades. Los ácidos grasos son una fuente importante de energía para el corazón, los músculos y el cerebro. También se utilizan para producir hormonas y otras moléculas de señalización.