Sin embargo, es importante tener en cuenta que la combustión del carbón también libera contaminantes nocivos a la atmósfera, incluidos dióxido de carbono, dióxido de azufre y óxidos de nitrógeno. Estos contaminantes pueden contribuir al cambio climático, la lluvia ácida y problemas de salud respiratoria. Por ello, se están realizando esfuerzos para la transición hacia fuentes de energía más limpias y sostenibles.