1. Fotosíntesis :Las plantas y otros organismos fotosintéticos utilizan la energía de la luz solar para convertir el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera y el agua (H2O) en glucosa (C6H12O6) y oxígeno (O2). La glucosa sirve como moneda energética para las plantas y se utiliza para el crecimiento y el mantenimiento.
2. Respiración celular :Tanto las plantas como los animales realizan respiración celular para liberar la energía almacenada en moléculas orgánicas como la glucosa. Durante la respiración celular, la glucosa se descompone en presencia de oxígeno para producir energía (en forma de ATP), dióxido de carbono y agua.
3. Secuestro de carbono :Parte del carbono se almacena en la biomasa vegetal, el suelo y los océanos. Los árboles y las plantas actúan como sumideros de carbono, absorbiendo CO2 y almacenándolo en sus tejidos. Cuando las plantas mueren y se descomponen, una parte del carbono se libera a la atmósfera, mientras que otra parte se almacena en el suelo como materia orgánica.
4. Absorción Oceánica :Los océanos desempeñan un papel vital en el secuestro de carbono. Aproximadamente un tercio del dióxido de carbono liberado a la atmósfera es absorbido por los océanos. Cuando el CO2 se disuelve en agua de mar, forma ácido carbónico (H2CO3), que puede disociarse aún más en bicarbonato (HCO3-) y carbonato (CO32-). Estos compuestos contribuyen a la alcalinidad del océano y sirven como amortiguador contra la acidificación del océano.
5. Combustión de combustibles fósiles :Cuando se queman combustibles fósiles como el carbón, el petróleo y el gas natural para obtener energía, se liberan grandes cantidades de dióxido de carbono a la atmósfera. Esto contribuye al aumento de los niveles de CO2 atmosférico y contribuye al cambio climático.
6. Descomposición y actividad microbiana :Los microorganismos del suelo descomponen la materia orgánica, como plantas y animales muertos, y liberan carbono a la atmósfera en forma de dióxido de carbono. Este proceso es esencial para el reciclaje de nutrientes en los ecosistemas.
El ciclo del carbono es un proceso biogeoquímico crucial que mantiene un equilibrio de carbono entre la atmósfera, los océanos y los organismos vivos. Las actividades humanas, como la deforestación y la quema de combustibles fósiles, han alterado significativamente el ciclo del carbono, alterando el equilibrio natural y contribuyendo a un aumento de los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.