Si bien esto puede parecer una cantidad pequeña, se acumula con el tiempo. De hecho, la AIE estima que el tráfico mundial de correo electrónico produce alrededor de 32 mil millones de toneladas de CO2 por año. Esto equivale a las emisiones anuales de unos 785 millones de automóviles.
Una forma de reducir la huella de carbono de sus correos electrónicos es utilizar un cliente de correo electrónico más eficiente. Thunderbird y Apple Mail son dos ejemplos de clientes de correo electrónico que utilizan menos energía que otros clientes populares. También puede reducir la huella de carbono de sus correos electrónicos enviando menos correos electrónicos y adjuntando archivos más pequeños.
Si realmente quiere reducir la huella de carbono de su correo electrónico, también puede registrarse en un servicio de correo electrónico ecológico. Estos servicios utilizan energía renovable para alimentar sus servidores y compensan las emisiones de carbono de sus operaciones.
En general, la huella de carbono de un correo electrónico es pequeña, pero puede acumularse con el tiempo. Al realizar cambios simples en nuestros hábitos de envío de correo electrónico, todos podemos ayudar a reducir nuestro impacto en el medio ambiente.