DBS funciona modulando la actividad de las neuronas en la región cerebral objetivo. Cuando se estimulan los electrodos, suministran una corriente eléctrica de alta frecuencia que altera los patrones anormales de activación de las neuronas. Esto puede ayudar a reducir síntomas como temblores, rigidez y movimientos involuntarios.
El mecanismo exacto por el cual funciona la ECP no se comprende completamente, pero se cree que implica varios procesos diferentes. Una posibilidad es que la estimulación cerebral profunda altere la liberación de neurotransmisores, como la dopamina y la serotonina, que participan en la regulación del estado de ánimo, el movimiento y la cognición. Otra posibilidad es que la estimulación cerebral profunda estimule la producción de opioides endógenos, que tienen efectos para aliviar el dolor y mejorar el estado de ánimo.
La DBS es una opción de tratamiento relativamente segura y eficaz para una variedad de afecciones neurológicas. Sin embargo, es importante señalar que es una cirugía mayor y puede tener efectos secundarios, como infección, sangrado y daño tisular. Además, es posible que la ECP no sea eficaz para todos y pueden pasar varios meses hasta que se obtengan todos los beneficios del tratamiento.
Aquí hay una explicación más detallada de los pasos involucrados en DBS:
1. Implantación de electrodos: El primer paso en DBS es implantar los electrodos en la región cerebral objetivo. Esto se hace mediante un procedimiento quirúrgico llamado cirugía estereotáxica. Durante la cirugía estereotáxica, la cabeza del paciente se inmoviliza en un marco especial y se perforan una serie de pequeños agujeros en el cráneo. Luego, los electrodos se insertan en el cerebro a través de estos orificios.
2. Conexión a un neuroestimulador: Una vez implantados los electrodos, se conectan a un neuroestimulador. El neuroestimulador es un pequeño dispositivo que funciona con baterías y que se implanta debajo de la piel, generalmente en el pecho o el abdomen. El neuroestimulador suministra estimulación eléctrica a los electrodos.
3. Programación del neuroestimulador: El neuroestimulador está programado para administrar estimulación eléctrica a una frecuencia, amplitud y ancho de pulso específicos. Estas configuraciones están determinadas por las necesidades individuales del paciente y se ajustarán con el tiempo para encontrar las configuraciones más efectivas.
La estimulación cerebral profunda es una opción de tratamiento compleja y sofisticada, pero puede ser una terapia que cambie la vida de personas con determinadas afecciones neurológicas.