Las células solares de plástico están hechas de materiales orgánicos, que son más baratos y flexibles que los materiales inorgánicos utilizados en las células solares tradicionales. Sin embargo, las células solares de plástico no son tan eficientes a la hora de convertir la luz solar en electricidad. Una de las razones es que los electrones y los huecos de las células solares de plástico pueden recombinarse antes de llegar a los electrodos, lo que reduce la cantidad de electricidad producida.
La nueva técnica puede ayudar a los científicos a comprender cómo reducir esta recombinación y mejorar la eficiencia de las células solares de plástico. Al rastrear el movimiento de los electrones y los agujeros en el material de las células solares, los científicos pueden identificar los pasos del proceso en los que es más probable que se produzca la recombinación. Esta información luego se puede utilizar para diseñar células solares que tengan menos probabilidades de recombinarse y sean más eficientes en la producción de electricidad.
La nueva técnica también podría utilizarse para estudiar otros tipos de células solares, como las fabricadas con materiales inorgánicos. Esto podría conducir al desarrollo de células solares de todo tipo más eficientes, lo que podría ayudar a reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles.
"Esta técnica tiene el potencial de revolucionar la forma en que estudiamos y diseñamos las células solares", afirmó el investigador principal del estudio. "Estamos emocionados de ver a qué descubrimientos conduce".