Un nuevo estudio ha arrojado luz sobre cómo la Tierra primitiva era capaz de mantener una temperatura lo suficientemente cálida como para sustentar la vida, a pesar de que el Sol era mucho más débil de lo que es hoy.
El estudio, publicado en la revista Nature Geoscience, encontró que la atmósfera de la Tierra era mucho más espesa y opaca de lo que es hoy. Esta opacidad impidió que el calor escapara al espacio, manteniendo el planeta lo suficientemente caliente como para que existiera agua líquida.
Los investigadores utilizaron un modelo informático para simular el clima de la Tierra hace 4.500 millones de años, cuando el sol era sólo un 70 por ciento más brillante que hoy. El modelo mostró que la atmósfera de la Tierra habría necesitado ser unas 100 veces más espesa de lo que es hoy para mantener el planeta lo suficientemente caliente como para albergar agua líquida.
Los investigadores creen que la atmósfera de la Tierra probablemente estaba formada por una mezcla de gases, incluidos dióxido de carbono, metano y amoníaco. Estos gases habrían actuado como un manto de efecto invernadero, atrapando el calor e impidiendo que escapara al espacio.
Los hallazgos del estudio ayudan a explicar cómo pudo surgir vida en la Tierra, a pesar de que el Sol era mucho más débil de lo que es hoy. La espesa atmósfera de la Tierra primitiva proporcionaba un ambiente cálido y estable propicio para el desarrollo de la vida.
Implicaciones para la búsqueda de vida extraterrestre
Los hallazgos del estudio también tienen implicaciones para la búsqueda de vida extraterrestre. Si la atmósfera de la Tierra fue capaz de mantener el planeta lo suficientemente caliente para que se desarrollara la vida, a pesar del débil sol, entonces es posible que otros planetas del universo también sean habitables.
Los investigadores sugieren que los planetas que orbitan alrededor de estrellas enanas rojas, que son mucho más débiles que el Sol, podrían ser buenos candidatos para la búsqueda de vida extraterrestre. Estos planetas necesitarían tener una atmósfera espesa para atrapar el calor y mantener el planeta lo suficientemente caliente como para albergar agua líquida.
Los hallazgos del estudio ofrecen esperanzas de que pueda existir vida más allá de nuestro propio sistema solar. Si los planetas que orbitan alrededor de estrellas enanas rojas pueden ser habitables, entonces podría haber muchos más planetas en el universo que podrían albergar vida.