Hay algunas razones por las que es menos probable que se derrame un café con leche que un café.
1. Mayor viscosidad o espesor:
- Un café con leche se elabora con leche al vapor, lo que aumenta la viscosidad o el espesor de la bebida. Esta consistencia más espesa lo hace menos propenso a derramarse.
- La leche agregada también ayuda a estabilizar la espuma en la parte superior del café con leche, lo que puede ayudar a evitar salpicaduras y derrames.
2. Preparación y vertido adecuados:
- Al preparar un café con leche, los baristas suelen utilizar una técnica llamada "vertido libre", en la que vierten la leche al vapor en el espresso sin ningún dispositivo adicional.
- Este vertido controlado permite una mayor precisión y exactitud en el vertido de la leche, reduciendo las posibilidades de que se derrame.
3. Copas más grandes:
- Los cafés con leche generalmente se sirven en tazas o tazones más grandes en comparación con el café normal.
- El mayor volumen de la taza proporciona más espacio para el líquido, por lo que es menos probable que se desborde.
4. Capa de espuma:
- La capa de espuma encima de un café con leche actúa como una barrera, ayudando a contener el líquido dentro de la taza y reduciendo el riesgo de derrames.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que, si bien es menos probable que los cafés con leche se derramen, aún pueden ocurrir derrames, especialmente si la bebida se manipula mal o se cae.