Un nuevo modelo desarrollado por investigadores de la Universidad de Michigan muestra cómo el comportamiento de los votantes a lo largo del tiempo puede hacer que los partidos políticos se vuelvan cada vez más extremos.
El modelo, publicado en la revista Nature Physics, se basa en la idea de que los votantes tienden a recompensar a los candidatos extremos que adoptan posiciones firmes en cuestiones importantes. Esta tendencia, conocida como "polarización asimétrica", puede conducir a un cambio gradual en las posiciones de los dos partidos principales, incluso si ninguno de los partidos realmente quiere volverse más extremo.
"Nuestro modelo muestra que incluso una pequeña cantidad de polarización asimétrica puede hacer que las partes diverjan significativamente con el tiempo", dijo Daniel Levin, físico de la Universidad de Michigan y autor principal del estudio. "Esto sugiere que el estado actual de la política estadounidense, en el que los dos partidos están profundamente divididos, puede deberse, al menos en parte, a la forma en que los votantes recompensan a los candidatos extremos".
El modelo funciona simulando el comportamiento de votantes y candidatos en un sistema político simplificado. En el modelo, los votantes pueden elegir entre dos partidos, cada uno de los cuales está representado por un único candidato. Los candidatos tienen posiciones diferentes sobre un mismo tema, que está representado por una línea. Los electores emiten su voto en función de la distancia entre su propia posición y la posición de cada candidato.
El modelo supone que los votantes recompensan a los candidatos que adoptan posiciones fuertes, incluso si esas posiciones son extremas. Esto significa que los candidatos que se mueven hacia el centro del espectro son castigados, mientras que los candidatos que se mueven hacia los extremos son recompensados.
Con el tiempo, esta tendencia conduce a un cambio gradual en las posiciones de los dos partidos. Incluso si ninguno de los partidos realmente quiere volverse más extremo, el comportamiento de sus votantes los empuja en esa dirección.
"Nuestro modelo es una advertencia sobre los peligros de recompensar a candidatos extremos", dijo Levin. "Incluso si no estás de acuerdo con las opiniones del candidato, votar por un candidato extremista sólo anima a los partidos a volverse más extremos".
Los hallazgos del modelo son consistentes con lo que hemos visto en la política estadounidense en los últimos años. Los partidos Demócrata y Republicano están cada vez más divididos y los candidatos de cada partido adoptan posiciones más extremas sobre una variedad de cuestiones. Esto ha dificultado la creación de consenso y el logro de resultados, y ha contribuido al estancamiento que vemos hoy en Washington.
El modelo de la Universidad de Michigan sugiere que este estancamiento puede ser un resultado directo de la tendencia de los votantes a recompensar a los candidatos extremos. Es importante ser conscientes de esta tendencia al tomar decisiones de votación, para evitar separar aún más a los partidos.