El agua puede vaporizarse con luz sin necesidad de calor mediante un proceso llamado fotoionización. En este proceso, los fotones de alta energía de una fuente de luz, como la radiación ultravioleta (UV) o los rayos X, interactúan con las moléculas de agua y desprenden electrones, dejando atrás iones cargados positivamente y electrones libres. Este proceso de ionización rompe los enlaces químicos entre los átomos de hidrógeno y oxígeno en la molécula de agua, lo que hace que la molécula se disocia en sus átomos constituyentes:hidrógeno y oxígeno. Los átomos libres de hidrógeno y oxígeno luego se recombinan para formar vapor de agua, que es un gas a temperatura ambiente.