Los defensores del límite de 140 caracteres argumentan que fomenta la expresión concisa y creativa. Dicen que el límite obliga a los usuarios a elegir cuidadosamente sus palabras y hacer que cada carácter cuente, lo que da como resultado tweets más reflexivos y atractivos. Además, el límite ayuda a nivelar el campo de juego, ya que todos tienen la misma cantidad de espacio para expresarse, independientemente de su fama o número de seguidores.
Por otro lado, quienes se oponen al límite de 140 caracteres argumentan que es obsoleto y restrictivo. Dicen que el límite obstaculiza la libre expresión e impide a los usuarios desarrollar plenamente sus pensamientos. Además, argumentan que el límite ya no es necesario, ya que la tecnología moderna permite ampliar fácilmente la longitud de los tweets.
El propio Twitter ha dudado sobre la cuestión del límite de caracteres. En 2015, la empresa experimentó permitiendo a algunos usuarios twittear hasta 280 caracteres, pero la función no fue adoptada ampliamente. Sin embargo, en noviembre de 2022, Twitter anunció que aumentaría el límite de caracteres a 280 caracteres para todos los usuarios. Este cambio generó reacciones encontradas por parte de los usuarios, algunos acogieron con satisfacción el cambio y otros lamentaron la pérdida del límite original de 140 caracteres.
En última instancia, la decisión de eliminar o no el límite de 140 caracteres es compleja. Hay argumentos sólidos que esgrimir en ambos lados de la cuestión. Sin embargo, está claro que el límite de caracteres ha jugado un papel importante en la configuración de la cultura y la identidad de Twitter, y cualquier cambio tendría un impacto importante en la plataforma.