Esfuerzo reducido: ChatGPT puede generar rápidamente respuestas a indicaciones, lo que puede tentar a los estudiantes a confiar en la herramienta para las tareas en lugar de esforzarse por comprender y aplicar el material. Esto reduce el esfuerzo cognitivo y la inversión personal necesarios para el aprendizaje.
Pensamiento crítico disminuido: Cuando los estudiantes confían en respuestas generadas previamente de ChatGPT, dejan de lado la oportunidad de desarrollar habilidades de pensamiento crítico. Para aprender verdaderamente, los estudiantes deben participar en el proceso de análisis, evaluación y síntesis de información, que no puede ser sustituido completamente por un modelo de lenguaje.
Pérdida de propiedad: Los estudiantes pueden sentirse menos conectados con su trabajo y menos orgullosos de sus logros si dependen en gran medida de ChatGPT. Cuando dependen de una máquina para obtener ideas y contenidos, pierden el sentido de propiedad personal y la satisfacción que provienen del pensamiento original y la resolución de problemas.
Posible plagio: Sin una atribución adecuada, utilizar las respuestas de ChatGPT como trabajo propio puede constituir plagio, lo que socava la integridad académica y devalúa el esfuerzo intelectual genuino.
Sobredependencia: Los estudiantes pueden volverse demasiado dependientes de ChatGPT para tareas que deberían poder realizar por sí solos. Esto puede provocar una falta de confianza en sus propias capacidades y una menor disposición para afrontar los desafíos de forma independiente.
Para fomentar una cultura de aprendizaje, pensamiento crítico y originalidad, es crucial que los educadores aborden los posibles efectos negativos de ChatGPT en la motivación de los estudiantes y los orienten hacia un uso apropiado y responsable de la tecnología en el contexto educativo.