2. La producción de hidrógeno consume mucha energía. El proceso de producción de hidrógeno a partir de combustibles fósiles se llama reformado con vapor. Este proceso libera dióxido de carbono a la atmósfera, lo que contribuye al cambio climático. El proceso de producir hidrógeno a partir de agua se llama electrólisis. Este proceso también consume mucha energía y requiere mucha electricidad.
3. El hidrógeno es difícil de almacenar y transportar. El hidrógeno es un gas, por lo que es difícil de almacenar y transportar. También tiene una baja densidad energética, lo que significa que se necesita mucho espacio para almacenar una determinada cantidad de energía.
4. El hidrógeno es caro. El coste de producir hidrógeno es elevado, y el coste de almacenarlo y transportarlo también lo es. Esto significa que la economía del hidrógeno sería una opción energética más cara que otras opciones, como la electricidad.
5. No existe infraestructura para una economía del hidrógeno. Actualmente no hay estaciones de servicio de hidrógeno ni vehículos propulsados por hidrógeno. Esto significa que sería difícil utilizar hidrógeno como combustible para el transporte.
Conclusión:
La economía del hidrógeno no es una alternativa viable a los combustibles fósiles. No es una economía de energía limpia, no es una opción energética rentable y no existe infraestructura para una economía del hidrógeno.