Incluso si las características de una señal parecen similares a lo que teóricamente podría esperarse de una civilización avanzada, confirmar su legitimidad requeriría pruebas que lo corroboren. Establecer comunicación bidireccional, observar patrones consistentes a lo largo del tiempo y potencialmente verificar la señal mediante observaciones independientes desde ubicaciones separadas podría mejorar la confianza en su naturaleza no engañosa.
En última instancia, confirmar más allá de toda duda que un supuesto mensaje de entidades extraterrestres es genuino y libre de manipulación sigue siendo una cuestión abierta en astronomía y, si alguna vez se logra, representaría un hito científico e intelectual monumental.