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Las huellas dactilares han proporcionado evidencia clave en innumerables casos de delitos graves. Pero todavía hay algunas situaciones en las que puede ser difícil o imposible recuperar las huellas dactilares y esto puede causar un dolor de cabeza a los investigadores forenses. Al buscar una solución a este problema, Investigadores como yo hemos empezado a darnos cuenta de que una huella dactilar se puede utilizar para mucho más que su patrón de cresta único.
Una huella dactilar se forma cuando un dedo entra en contacto con una superficie. El dedo deja rastros de sudor y cualquier otra sustancia presente en el dedo que un sospechoso podría haber tocado. Estas sustancias se depositan en el patrón característico de las crestas presentes en la punta del dedo del donante. La mayoría de las huellas dactilares son invisibles a simple vista y requieren un proceso de desarrollo químico para poder visualizarlas. Y los procesos más nuevos pueden obtener mucha más información sobre el propietario de la huella digital, lo que han tocado, qué han comido e incluso qué drogas han tomado.
Una huella dactilar dejada en la escena del crimen (en medicina forense llamada "marca dactilar") contendrá no solo el sudor de un sospechoso, pero también rastros de cualquier sustancia que haya tocado un sospechoso. Esto puede ser una prueba muy útil si las huellas dactilares contienen la sangre de la víctima o compuestos explosivos, ya que vincula instantáneamente al sospechoso con esas sustancias. una marca dactilar no da ninguna pista de investigación si el sospechoso no está en la base de datos de huellas dactilares.
Aquí es donde podrían entrar nuevas formas de analizar las impresiones. Los investigadores demostraron recientemente que las sustancias que recubren un teléfono móvil pueden variar según a quién pertenece el dispositivo debido a la variedad de alimentos, productos cosméticos, medicamentos y otros contaminantes ambientales a los que estamos expuestos. Por la misma lógica, las sustancias en las huellas dactilares deben variar de manera similar, y se han hecho algunos intentos iniciales para demostrarlo.
Si se prueba, este principio significaría que una huella dactilar podría dar una firma molecular que podría revelar aspectos del estilo de vida y el medio ambiente de un individuo, como su trabajo, sus hábitos alimenticios o sus problemas médicos. Esto podría ayudar a la policía a averiguar a quién pertenecen las huellas.
Prueba de drogas
Estamos un poco lejos de crear un método simple de estudiar huellas dactilares de esta manera para que lo use la policía, pero se han realizado algunos avances. Por ejemplo, Los investigadores han demostrado que el contacto con drogas o explosivos puede detectarse en una huella dactilar y esto podría ayudar a reducir la lista de posibles sospechosos.
Si pensamos de manera más amplia que la medicina forense, las huellas dactilares pueden proporcionar algunas posibilidades muy interesantes para el futuro de las pruebas médicas. Por ejemplo, una huella dactilar es una forma muy conveniente de dar una muestra en una prueba de drogas. Es mucho más rápido y más fácil que donar sangre u orina y mucho más difícil de fingir porque incluye los patrones de identificación de las crestas.
Las huellas dactilares están hechas no solo de sustancias que ha tocado, pero también sustancias excretadas de las glándulas ecrinas (las glándulas sudoríparas ubicadas en las yemas de los dedos). Dado que el sudor puede incluir rastros de cosas que ha ingerido, eso significa que las huellas digitales pueden contener rastros de medicamentos que ha tomado. En un artículo reciente en Clinical Chemistry, mis compañeros y yo hemos demostrado que es posible detectar la cocaína, consumo de heroína y morfina a partir de una sola huella dactilar.
Estas sustancias son sorprendentemente frecuentes entre las huellas dactilares de la población en general. Por ejemplo, 13% de los no consumidores de drogas que probamos tenían rastros de cocaína en sus huellas dactilares, probablemente recogido de billetes de banco u otras superficies contaminadas. Pero un usuario de drogas real depositará hasta 100 veces más en sus impresiones. Y lo que es más, las drogas aún se pueden detectar incluso después de que el usuario se haya lavado las manos, porque las sustancias se excretan continuamente después de su uso. Esto significa que podemos distinguir las huellas dactilares de los consumidores de drogas y de los no consumidores de drogas.
Si bien puede parecer perturbador que tantos no consumidores de drogas tengan cocaína en la punta de los dedos, Vale la pena señalar que la prueba detecta cantidades tan pequeñas como decenas de picogramos (0.00000000001g) de la droga. Por tanto, no significa que nos enfrentemos a una emergencia de salud pública. Nuestras técnicas simplemente se están volviendo más sensibles a pequeños rastros, por lo que ahora es más fácil para nosotros detectar cosas que antes podrían haber escapado a nuestra atención.
En nuestra investigación actual, nuestro grupo también ha descubierto que los medicamentos recetados se pueden detectar en las huellas dactilares, y que estos rastros desaparecen cuando un paciente deja de tomar su medicación. Así que un día podríamos ver el uso de huellas dactilares como una forma sencilla de ayudar a un paciente a comprobar que un fármaco se absorbe correctamente. Esto es particularmente importante para los pacientes que se someten a tratamiento para la epilepsia, diabetes, afecciones cardíacas y psicosis, que podrían tener dificultades para absorber las drogas o olvidarlas o elegir no tomarlas.
La ciencia de las huellas dactilares ya ha recorrido un largo camino desde que nos dimos cuenta de que podían identificar a las personas de forma única. Pero todavía quedan muchas oportunidades interesantes por explorar en el futuro.
Este artículo se publicó originalmente en The Conversation. Lea el artículo original.