1. Los átomos no se crean ni se destruyen: Las reacciones químicas implican la reorganización de los átomos, no su creación o destrucción. Los átomos simplemente cambian a sus socios de unión.
2. Reordenamiento de átomos: En una reacción, los enlaces entre los átomos en los reactivos se rompen y se forman nuevos enlaces para crear los productos. Este reordenamiento no cambia el número total de átomos involucrados.
3. Conservación de la masa: Debido a que el número de átomos permanece constante durante toda la reacción, la masa total de los reactivos debe igualar la masa total de los productos. Esto se debe a que la masa de cada átomo sigue siendo la misma, independientemente de su disposición de unión.
Ejemplo:
Considere la reacción simple del gas de hidrógeno (H₂) reaccionando con gas oxígeno (O₂) para formar agua (H₂O):
2H₂ + O₂ → 2H₂O
* Reactantes: 4 átomos de hidrógeno y 2 átomos de oxígeno
* Productos: 4 átomos de hidrógeno y 2 átomos de oxígeno
El número de átomos de cada elemento sigue siendo el mismo en ambos lados de la ecuación. Por lo tanto, la masa total de los reactivos (hidrógeno y oxígeno) es igual a la masa total del producto (agua), lo que demuestra la ley de conservación de la masa.
Nota importante: Este principio se aplica a los sistemas cerrados donde no hay intercambio de materia con los alrededores. En los sistemas abiertos, la masa se puede perder o obtener debido a factores como la evaporación o la introducción de nuevas sustancias.