* Bases fuertes: Las bases fuertes se ionizan completamente en solución, lo que significa que liberan todos sus iones de hidróxido (OH-) en la solución. Típicamente son hidróxidos de metal alcalino (como NaOH, KOH) y algunos hidróxidos de metal de tierra alcalina (como CA (OH) 2, SR (OH) 2).
* Bases débiles: Las bases débiles solo se ionizan parcialmente en solución, lo que significa que liberan algunas, pero no todas, de sus iones de hidróxido. Muchos hidróxidos de metal caen en esta categoría.
Factores que afectan la solubilidad y la resistencia de los hidróxidos de metal:
* Tamaño y carga de cationes: Los cationes más pequeños y altamente cargados tienden a formar hidróxidos más estables y menos solubles. Esto se debe a que el catión más pequeño tiene una mayor densidad de carga, lo que lleva a atracciones más fuertes para los iones de hidróxido.
* Polarizabilidad: Los cationes más polarizables (aquellos con nubes de electrones más grandes) forman hidróxidos más solubles porque los iones de hidróxido se sienten más atraídos por la nube de electrones más grande.
* Energía de la red: Cuanto mayor sea la energía de la red del hidróxido de metal, menos soluble será.
Ejemplos:
* Bases solubles fuertes: Naoh, Koh, CA (OH) 2
* Bases débiles: Fe (OH) 3, AL (OH) 3, CU (OH) 2, Mg (OH) 2
Key Takeaway: La solubilidad y la fuerza están relacionadas pero no las mismas. Un hidróxido de metal puede ser soluble pero débil o insoluble pero fuerte. Por ejemplo, Fe (OH) 3 es muy insoluble pero una base fuerte cuando se disuelve.