* gran tamaño atómico: El uranio tiene un radio atómico grande, lo que significa que sus electrones externos están lejos del núcleo. Esto hace que sea más difícil para los electrones participar en reacciones químicas.
* Energía de alta ionización: Se necesita mucha energía para eliminar los electrones de los átomos de uranio. Esto hace que sea menos probable que pierda electrones y forme iones positivos, que son necesarios para muchas reacciones químicas.
* Configuración de electrones estables: El uranio tiene una configuración de electrones relativamente estable, que contribuye a su estabilidad general.
* Capa de óxido protectora: Cuando el uranio está expuesto al aire, forma una capa de óxido protectora en su superficie. Esta capa evita una oxidación adicional y protege el uranio de reaccionar con otras sustancias.
Sin embargo, hay algunas advertencias importantes:
* Radioactividad: El uranio es radiactivo, lo que significa que su núcleo es inestable y decae con el tiempo, liberando energía. Esta energía se puede utilizar para iniciar reacciones químicas, lo que hace que el uranio * indirectamente * sea reactivo en algunos escenarios.
* Reacción con oxidantes fuertes: Si bien el uranio es relativamente poco reactivo en condiciones normales, puede reaccionar con oxidantes fuertes como el flúor, el cloro y el ácido nítrico. Esto se debe a que estos oxidantes pueden superar la estabilidad del átomo de uranio y obligarlo a perder electrones.
* Fisión: Cuando el uranio se bombardea con neutrones, puede sufrir fisión nuclear, dividirse en átomos más pequeños y liberando una tremenda cantidad de energía. Este proceso es la base de la energía nuclear y las armas.
Entonces, si bien el uranio no es tan reactivo como otros elementos, todavía exhibe reactividad en condiciones específicas, principalmente debido a su radiactividad y su capacidad para reaccionar con oxidantes fuertes.