Combustibles fósiles:
* petróleo: Esta es una categoría amplia que abarca:
* petróleo crudo: La forma no refinada de aceite extraída de la tierra.
* Gasolina: Un producto refinado de petróleo crudo, utilizado como combustible para automóviles y otros motores de combustión interna.
* combustible diesel: Otro producto refinado de petróleo crudo, utilizado en motores diesel.
* queroseno: Utilizado para los motores de iluminación, calefacción y jet.
* propano: Un gas extraído de petróleo y gas natural, utilizado para calentar, cocinar y combustible en algunos vehículos.
* butano: Similar al propano, utilizado para diversos fines, incluido el fluido más ligero.
* Gas natural: Principalmente compuesto de metano, utilizado para calefacción, cocción y generación de electricidad.
* carbón: Un combustible sólido se formó más de millones de años a partir de materia vegetal comprimida, utilizada en centrales eléctricas y procesos industriales.
biocombustibles:
* etanol: Hecho de materiales vegetales fermentados (como el maíz), mezclados con gasolina para reducir las emisiones.
* biodiesel: Hecho de aceites vegetales y grasas animales, utilizadas como combustible para motores diesel.
* biogas: Producido a partir del desglose de la materia orgánica, como el estiércol o el desperdicio de alimentos.
* madera: Un biocombustible sólido utilizado para cocinar y calentar.
* paja: Un combustible de biomasa renovable, utilizado en algunas regiones para la producción de energía.
Otros combustibles orgánicos:
* metanol: Un alcohol simple que se puede usar como combustible, a menudo producido a partir de biomasa.
* Hidrógeno: Si bien no es técnicamente orgánico, se puede producir a partir de fuentes orgánicas y es un combustible limpio prometedor.
Es importante tener en cuenta que, si bien los combustibles orgánicos ofrecen ventajas como la renovabilidad, también tienen inconvenientes. Los combustibles fósiles no son renovables y contribuyen significativamente al cambio climático. Los biocombustibles pueden competir con la producción de alimentos y tener sus propios impactos ambientales.
Elegir combustibles sostenibles y eficientes es fundamental para mitigar el cambio climático y garantizar un futuro de energía segura.