* Crecimiento y desarrollo: El zinc es vital para la división y el crecimiento celular, particularmente durante el embarazo y la infancia.
* Función inmune: El zinc ayuda a activar las células inmunes y combatir las infecciones.
* Curación de heridas: El zinc contribuye a la producción de colágeno, que es crucial para la reparación de tejidos.
* Síntesis de ADN: El zinc está involucrado en el proceso de replicación y reparación de ADN.
* sabor y olfato: El zinc apoya la función de los receptores de sabor y olor.
* Regulación hormonal: El zinc juega un papel en la producción y la función de las hormonas, incluida la testosterona e insulina.
* Función cognitiva: El zinc es esencial para el aprendizaje, la memoria y la regulación del estado de ánimo.
* Visión: El zinc ayuda a mantener una visión saludable al proteger a la retina del daño.
Además de estas funciones principales, el zinc también contribuye a:
* Control de azúcar en la sangre
* piel sana
* crecimiento de cabello y uñas
En general, el zinc es un mineral vital que juega un papel crucial en el mantenimiento de la salud y el bienestar general.