* Estabilidad: El dióxido de uranio es un compuesto muy estable, lo que lo hace adecuado para reactores nucleares. Es relativamente resistente al ataque químico y no se disuelve fácilmente en el agua.
* Punto de fusión: UO2 tiene un alto punto de fusión, lo que significa que puede soportar las altas temperaturas generadas dentro del núcleo del reactor.
* Absorción de neutrones: UO2 tiene una tasa de absorción de neutrones más baja en comparación con otros compuestos de uranio, lo que permite reacciones de fisión eficientes.
* Fabricación de combustible: UO2 se fabrica fácilmente en pellets, la forma en que se usa en varillas de combustible.
Sin embargo, durante la operación en un reactor nuclear, algunos dióxido de uranio se pueden oxidar aún más para formar trióxido de uranio (UO3) y otros óxidos:
* Temperaturas altas: El calor extremo dentro del núcleo del reactor puede causar cierta oxidación.
* Presencia de oxígeno: Hay una pequeña cantidad de oxígeno presente en el refrigerante del reactor, que puede contribuir a la oxidación.
* Daño de irradiación: El entorno de radiación intenso dentro del reactor puede causar cambios estructurales en la red de UO2, lo que lo hace más susceptible a la oxidación.
Esta oxidación adicional es típicamente un efecto menor y se gestiona a través del diseño y operación del reactor. La forma principal de uranio en el combustible sigue siendo UO2, pero se espera y se explica cierta oxidación.