1. Se carga positivamente: Los electrones llevan una carga negativa. Cuando se pierde un electrón, el átomo tiene más protones (carga positiva) que los electrones (carga negativa), lo que resulta en una carga positiva neta. Este átomo cargado positivamente se llama a catión .
2. Se convierte en un ion: Cualquier átomo que gane o pierda electrones se llama ion. Dado que el átomo en este caso perdió un electrón, es un ion positivo o un catión .
3. Su configuración de electrones cambia: El electrón perdido estaba en un nivel de energía o orbital específico. Esta pérdida cambia la estructura electrónica del átomo, lo que la hace más estable en su nueva configuración.
4. Su reactividad química cambia: La pérdida de un electrón puede alterar significativamente la reactividad de un átomo. Los cationes tienden a ser más reactivos que sus contrapartes de átomos neutros, ya que buscan recuperar un electrón para recuperar la estabilidad.
5. Puede formar enlaces iónicos: Los cationes se sienten muy atraídos por los aniones (iones cargados negativamente). Esta atracción conduce a la formación de enlaces iónicos, que son las fuerzas electrostáticas que mantienen juntos iones cargados de manera opuesta.
Ejemplo:
Considere un átomo de sodio neutro (NA). Tiene 11 protones y 11 electrones. Cuando pierde un electrón, se convierte en un ion de sodio (Na+). El ion de sodio ahora tiene 11 protones y 10 electrones, lo que resulta en una carga positiva neta. Tiene una configuración electrónica diferente y es más reactiva que el átomo de sodio neutral.
nota: El proceso de perder un electrón se llama ionización . Puede ocurrir debido a varios factores como altas temperaturas, colisiones con otras partículas o interacciones con radiación electromagnética.