Antes del humidicrib, a menudo se colocaban bebés prematuros en incubadoras con aire seco, lo que podría provocar deshidratación y dificultad respiratoria. La invención de Silverman proporcionó un ambiente controlado con alta humedad, lo que ayudó a mantener la temperatura corporal de los bebés y a reducir el riesgo de complicaciones.
El humidicrib sigue siendo un equipo vital en unidades de cuidados intensivos neonatales en todo el mundo.