1. Hidrólisis: El alcalino reacciona con agua para formar iones de hidróxido (OH-). Estos iones son nucleófilos fuertes, lo que significa que atacan y rompen fácilmente los enlaces químicos.
2. Atacar la grasa/aceite: Los iones de hidróxido atacan los enlaces éster en las moléculas de triglicéridos que constituyen la grasa y el aceite. Este proceso descompone el triglicérido en glicerol y sales de ácidos grasos.
3. Formación de jabón: ¡Las sales de ácidos grasos son en realidad jabón! Tienen una cabeza polar (hidrofílica) que atrae agua y una cola no polar (hidrofóbica) que atrae grasa y aceite. Esto permite que el jabón rodee y emulsione la grasa y el aceite, rompiéndolo en pequeñas gotas.
4. Lavado: La grasa y el aceite emulsionados, ahora rodeados de jabón, se pueden lavar fácilmente con agua.
Aquí hay una analogía simple: Imagine la grasa y el aceite como un montón de niños pegajosos y tercos. Los iones de hidróxido son como un grupo de adultos amigables que entran y rompen el aferrado de los niños. El jabón es como un equipo de ayudantes que rodean a los niños y los escoltan.
Ejemplos de álcalis utilizados para la limpieza:
* hidróxido de sodio (NaOH): Comúnmente encontrado en los limpiadores de drenaje y algunos detergentes.
* hidróxido de potasio (Koh): Usado en la fabricación de jabón.
* hidróxido de amonio (NH4OH): Un álcali más débil utilizado en algunos limpiadores domésticos.
nota: Si bien los álcalis son removedores efectivos de grasa, también pueden ser corrosivos. Es importante manejarlos con precaución y seguir las instrucciones en la etiqueta del producto.