1. Espectrometría de masas:
* Esta técnica analiza la relación masa / carga de moléculas. Al analizar el espectro de masas de Buckminsterfullerene, los científicos encontraron un pico correspondiente a una molécula con una masa consistente con 60 átomos de carbono. Esto proporcionó la primera evidencia fuerte de la fórmula C60.
2. Difracción de rayos X:
* Los patrones de difracción de rayos X obtenidos de los cristales de Buckminsterfullereno revelaron una estructura altamente simétrica, consistente con la forma propuesta de icosaedro truncado. Analizar el patrón de difracción proporcionó información sobre la disposición de los átomos en la molécula, confirmando la presencia de 60 átomos de carbono.
3. Espectroscopía de resonancia magnética nuclear (RMN):
* La espectroscopía de RMN permite a los científicos identificar los diferentes tipos de átomos de carbono en una molécula. El espectro de RMN de Buckminsterfullereno mostró un solo pico, lo que indica que los 60 átomos de carbono son químicamente equivalentes, lo que se alinea con la estructura simétrica.
4. Cálculos teóricos:
* Los cálculos teóricos basados en la mecánica cuántica predijeron la estabilidad y las propiedades de una molécula con la fórmula C60 y una estructura icosaédrica truncada. Estos cálculos proporcionaron más apoyo para los hallazgos experimentales.
5. Difracción de electrones:
* Esta técnica utiliza haces de electrones para estudiar la estructura de las moléculas. Los patrones de difracción de electrones de Buckminsterfullereno confirmaron la estructura predicha y la presencia de 60 átomos de carbono.
6. Espectroscopía infrarroja:
* La espectroscopía IR mide la absorción de radiación infrarroja por moléculas, que es característica de sus modos vibratorios. El espectro IR de Buckminsterfullereno fue consistente con los modos vibratorios predichos de una molécula con la fórmula C60.
En resumen, una combinación de múltiples técnicas experimentales y cálculos teóricos proporcionó evidencia fuerte y consistente de que Buckminsterfullereno tiene la fórmula C60 y una estructura icosaédrica truncada. Esta evidencia estableció colectivamente la identidad de la molécula más allá de cualquier duda razonable.