Los tratamientos de blanqueamiento dental profesionales suelen utilizar una concentración más alta de peróxido de hidrógeno (generalmente entre 15% y 35%) bajo la supervisión de un dentista o un profesional dental. Esto garantiza la aplicación segura y eficaz del agente blanqueador, evitando cualquier daño potencial a los dientes o encías.
El uso de productos de peróxido de hidrógeno de venta libre, que normalmente contienen una concentración más baja, puede no proporcionar resultados de blanqueamiento notables y podría causar sensibilidad o irritación en la boca y las encías. Además, el uso inadecuado o la exposición prolongada al peróxido de hidrógeno pueden debilitar el esmalte dental y causar daños con el tiempo.
Siempre es mejor consultar con un dentista o profesional dental para conocer opciones de blanqueamiento dental seguras y efectivas adaptadas a sus necesidades específicas y a su estado de salud bucal.