En el caso de los átomos de hidrógeno, la ionización puede ocurrir cuando se los somete a temperaturas extremadamente altas. A estas temperaturas, la energía cinética de los átomos llega a ser tan alta que supera la fuerza de atracción entre el núcleo cargado positivamente y los electrones cargados negativamente. Como resultado, los electrones son arrancados del núcleo, dejando atrás un ion hidrógeno cargado positivamente (H+).
El proceso de ionización en átomos de hidrógeno se puede describir mediante la siguiente ecuación:
Átomo de H → ion H+ + e-
donde H representa el átomo de hidrógeno neutro, H+ representa el ion hidrógeno cargado positivamente y e- representa el electrón libre.
Es importante señalar que la ionización de los átomos de hidrógeno no se limita a temperaturas extremadamente altas. También puede ocurrir bajo otras condiciones, como cuando los átomos de hidrógeno están expuestos a radiación de alta energía o campos eléctricos fuertes. Sin embargo, la tasa de ionización aumenta significativamente con la temperatura.