En un vaso de agua helada, las moléculas de agua se mueven muy lentamente. No tienen mucha energía y no se mueven mucho. Por eso el hielo es sólido y no fluye como el agua líquida.
Cuando pones una taza de agua hirviendo junto a una taza de agua helada, el calor del agua caliente se transferirá al agua fría. Esto hará que las moléculas de agua en el agua fría comiencen a moverse más rápido. A medida que las moléculas de agua en el agua fría se mueven más rápido, comenzarán a chocar entre sí y con los lados de la taza con más frecuencia. Esto hará que el agua fría comience a calentarse.
Con el tiempo, la temperatura del agua caliente y la del agua fría se igualarán. Esto significa que las moléculas de agua en ambos vasos se moverán a la misma velocidad. En este punto, el agua de ambos vasos tendrá la misma temperatura.