El oxígeno es transportado en la sangre por la hemoglobina, una proteína que se encuentra en los glóbulos rojos. La hemoglobina se une al oxígeno en los pulmones y lo libera en los tejidos. La cantidad de oxígeno que puede transportar la sangre depende de la concentración de hemoglobina y de la presión parcial de oxígeno en la sangre.
Transporte de dióxido de carbono
El dióxido de carbono se transporta en la sangre de tres formas:
* Disuelto en plasma
* Unido a la hemoglobina
* Carbaminohemoglobina
La mayor parte del dióxido de carbono se transporta en la sangre en forma de iones de bicarbonato (HCO3-). Los iones de bicarbonato se forman cuando el dióxido de carbono reacciona con agua en presencia de la enzima anhidrasa carbónica. La anhidrasa carbónica se encuentra en los glóbulos rojos y en el endotelio de los vasos sanguíneos.
La hemoglobina también se une al dióxido de carbono, pero lo hace con menos eficacia que al oxígeno. La carbaminohemoglobina es un compuesto que se forma cuando el dióxido de carbono reacciona con las cadenas laterales de aminoácidos de la hemoglobina.
El transporte de dióxido de carbono en la sangre es importante para mantener el equilibrio ácido-base del cuerpo. El dióxido de carbono es un producto de desecho de la respiración celular y debe eliminarse del cuerpo para prevenir la acidosis.