El proceso de fermentación del ácido láctico comienza con la descomposición de los carbohidratos mediante enzimas en azúcares más simples, como la glucosa. Estos azúcares luego se convierten en ácido láctico mediante bacterias del ácido láctico (LAB). Las BAL son un grupo diverso de bacterias que se encuentran en una variedad de entornos, incluido el cuerpo humano.
La fermentación del ácido láctico es un proceso relativamente simple que se puede llevar a cabo a temperatura ambiente. También es un proceso seguro, ya que las BAL no producen toxinas dañinas. Sin embargo, la fermentación del ácido láctico puede producir ciertos sabores y aromas desagradables, que pueden ser indeseables en algunos alimentos y bebidas.
La fermentación del ácido láctico tiene varios beneficios. Puede mejorar el valor nutricional de los alimentos al aumentar la biodisponibilidad de ciertos nutrientes, como el hierro y el zinc. También puede ayudar a conservar los alimentos al inhibir el crecimiento de bacterias perjudiciales. Además, la fermentación del ácido láctico puede producir una variedad de sabores y aromas deseables.
La fermentación del ácido láctico es un proceso versátil que se ha utilizado durante siglos para producir una variedad de alimentos y bebidas fermentados. Es una forma segura y eficaz de conservar los alimentos y mejorar su valor nutricional.