1. Trituración y molienda:Primero, el mineral se tritura y se muele en pequeñas partículas para aumentar la superficie y lograr una separación efectiva.
2. Mezclado y Acondicionamiento:El mineral triturado se mezcla con agua, productos químicos y tensioactivos (agentes espumantes) en un tanque de flotación. Los tensioactivos se adhieren selectivamente a las partículas metálicas, haciéndolas hidrofóbicas (repelentes al agua).
3. Flotación:Se introduce aire en la mezcla, creando burbujas que se adhieren a las partículas metálicas hidrofóbicas. Estas partículas flotan hacia la superficie del tanque, formando una espuma.
4. Recolección de espuma:La espuma que contiene partículas metálicas se retira de la superficie del tanque. A continuación, esta espuma se deshidrata para obtener una espuma metálica concentrada.
5. Deshidratación:La espuma rica en metales se somete a procesos de deshidratación, como filtración o centrifugación, para eliminar el exceso de agua y producir un concentrado de metal concentrado.
6. Fundición:El concentrado de metal se funde en un horno. Esto implica calentar el concentrado a altas temperaturas para separar el metal de impurezas y contaminantes.
7. Refinación:El metal fundido obtenido de la fundición puede sufrir procesos adicionales de refinación, como la electrólisis, para eliminar las impurezas restantes y obtener metal puro.
La flotación por espuma es un proceso selectivo que se puede utilizar para separar diferentes minerales metálicos en función de sus propiedades superficiales. Se utiliza comúnmente para minerales como cobre, plomo, zinc y molibdeno. Sin embargo, es posible que se requieran técnicas y modificaciones específicas según el tipo de mineral y metal que se procese.