Los gases tóxicos son aquellas sustancias gaseosas que pueden causar daños a la salud de los organismos vivos, especialmente a los animales y a los humanos. Estos gases pueden provocar efectos en la salud a corto o largo plazo, así como la muerte, según la concentración del gas, la duración de la exposición y las propiedades del gas. Pueden provocar efectos adversos para la salud como irritación de ojos, nariz y garganta, problemas respiratorios, dolor de cabeza, náuseas, mareos, fatiga e incluso la muerte. Ejemplos comunes de gases tóxicos incluyen monóxido de carbono, dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, ozono y sulfuro de hidrógeno.