En general, el color de un objeto está determinado por la forma en que interactúa con la luz. Cuando la luz incide sobre un objeto, parte de la luz se absorbe y otra parte se refleja. El color del objeto está determinado por las longitudes de onda de la luz que se reflejan.
En el caso del nitrógeno y el oxígeno, la diferencia en la configuración electrónica hace que los dos elementos absorban y reflejen diferentes longitudes de onda de luz. El gas nitrógeno es incoloro, mientras que el gas oxígeno es de color azul pálido. Esto se debe a que el gas nitrógeno absorbe luz en las regiones roja y violeta del espectro, mientras que el gas oxígeno absorbe luz en las regiones roja y amarilla del espectro.
Los diferentes colores del nitrógeno y el oxígeno también se reflejan en sus propiedades físicas. El gas nitrógeno es un gas incoloro, inodoro e insípido y más ligero que el aire. El gas oxígeno es un gas incoloro, inodoro e insípido que es ligeramente más pesado que el aire.