1. Baja energía de ionización :
Estos elementos tienen una baja energía de ionización. Los metales alcalinos (grupo 1) tienen un electrón de valencia (ns1), mientras que los metales alcalinotérreos (grupo 2) tienen dos electrones de valencia (ns2). Les resulta más fácil perder estos electrones de valencia, lo que da como resultado la formación de iones cargados positivamente (cationes).
2. Formación de iones electropositivos:
Cuando los elementos del grupo 1 y del grupo 2 pierden sus electrones de valencia, adquieren carga positiva, convirtiéndose en iones electropositivos. Los iones electropositivos son fuertemente atraídos por los iones electronegativos, lo que lleva a la formación de diversos compuestos químicos.
3. Alta reactividad con no metales:
Los elementos del grupo 1 y del grupo 2 reaccionan vigorosamente con los no metales para completar sus capas de valencia y lograr estabilidad electrónica. Por ejemplo, el sodio (grupo 1) reacciona con cloro gaseoso (un no metal) para formar cloruro de sodio (NaCl), un compuesto iónico.
4. Reactividad y tendencias periódicas:
Al descender dentro de los grupos 1 y 2, aumenta la reactividad de los elementos. Esto se debe a que el tamaño atómico aumenta y los electrones de valencia están más alejados del núcleo cargado positivamente. Como resultado, los electrones están más sueltos y son más fáciles de eliminar, lo que aumenta la reactividad.
5. Formación de Óxidos e Hidróxidos Estables:
Los elementos del grupo 1 y del grupo 2 reaccionan con el oxígeno y el agua para formar óxidos e hidróxidos estables. Los metales alcalinos forman óxidos básicos (p. ej., Na2O) e hidróxidos (p. ej., NaOH), mientras que los metales alcalinotérreos forman óxidos (p. ej., CaO) e hidróxidos (p. ej., Ca(OH)2) más estables.
6. Altos puntos de fusión y ebullición:
La fuerte atracción electrostática entre los iones metálicos cargados positivamente y los iones no metálicos cargados negativamente da como resultado altos puntos de fusión y ebullición de sus compuestos. Esta característica es particularmente pronunciada en los compuestos del grupo 1 y del grupo 2.
En resumen, la alta tendencia de los elementos de los grupos 1 y 2 a reaccionar y formar compuestos se puede atribuir a sus bajas energías de ionización, la formación de iones electropositivos, su reactividad con no metales y la estabilidad de sus óxidos e hidróxidos. Estas propiedades desempeñan papeles cruciales en su amplia gama de aplicaciones, incluido el uso como agentes reductores, como fuentes de iones metálicos en procesos biológicos y en la producción de diversos productos químicos industriales.