Por ejemplo, considere el compuesto óxido de magnesio (MgO). En este compuesto, el magnesio tiene un número de oxidación de 2, mientras que el oxígeno tiene un número de oxidación de -2. Esto significa que cada átomo de magnesio ha perdido dos electrones, que han sido transferidos a átomos de oxígeno para formar iones de óxido (O2-).
El número de oxidación de un elemento en un compuesto se determina considerando la electronegatividad de los átomos involucrados. La electronegatividad es una medida de la capacidad de un átomo para atraer electrones. En general, cuanto más electronegativo sea un átomo, mayor será su capacidad para atraer electrones.
En el caso del MgO, el oxígeno es más electronegativo que el magnesio. Esto significa que los átomos de oxígeno atraen electrones con más fuerza que los átomos de magnesio. Como resultado, los átomos de magnesio pierden electrones frente a los átomos de oxígeno, lo que da como resultado la formación de iones Mg2+ y O2-.
Es importante señalar que el número de oxidación de un elemento no necesariamente corresponde a su carga formal. Las cargas formales se asignan a los átomos de una molécula basándose en el supuesto de que los electrones se comparten por igual entre los átomos. En algunos casos, el número de oxidación y la carga formal de un átomo pueden ser los mismos, mientras que en otros casos pueden diferir.