Por ejemplo, el símbolo químico del oro es "Au", que se deriva de su nombre latino Aurum. Este símbolo se utiliza en todos los idiomas, independientemente de su alfabeto o escritura. De manera similar, el símbolo del hidrógeno es "H" en todos los idiomas y el símbolo del oxígeno es "O".
Esta estandarización facilita una comunicación clara e inequívoca en la química y los campos científicos de todo el mundo, lo que permite a investigadores y científicos de diferentes países y orígenes lingüísticos comprender e interpretar fórmulas y ecuaciones químicas de manera consistente.