El gas que se utiliza para dar gas a las bebidas gaseosas es el dióxido de carbono. El dióxido de carbono es un gas incoloro, inodoro y no inflamable que está presente de forma natural en la atmósfera terrestre. Cuando el dióxido de carbono se disuelve en agua, se forma ácido carbónico, que es lo que da a las bebidas gaseosas su sabor amargo.