Una solución isotónica tiene la misma presión osmótica que la célula con la que está en contacto. El pH de una solución isotónica puede variar según la composición química de la solución. Por ejemplo, una solución isotónica de cloruro de sodio tiene un pH de 7, que es neutro, mientras que una solución isotónica de ácido clorhídrico tiene un pH inferior a 7, lo que indica acidez.