La evaporación está impulsada por varios factores:
1. Temperatura:A medida que aumenta la temperatura de un líquido, aumenta la energía cinética de sus moléculas, provocando colisiones más frecuentes y enérgicas. Este aumento de energía permite que las moléculas escapen de la fase líquida más fácilmente, lo que resulta en una mayor tasa de evaporación.
2. Área de superficie:cuanto mayor es la superficie del líquido, más moléculas están expuestas al ambiente circundante y tienen la oportunidad de evaporarse. Esta es la razón por la que una cubeta de agua poco profunda se evapora más rápido que una profunda.
3. Humedad:la cantidad de vapor de agua que ya está presente en el aire afecta la tasa de evaporación. Si el aire es húmedo (contiene mucho vapor de agua), la tasa de evaporación disminuye porque las moléculas de agua en el aire compiten con las del líquido por el espacio.
4. Movimiento del aire:El aire en movimiento, como el viento, ayuda a eliminar el vapor de agua de la superficie del líquido, creando un gradiente de concentración que promueve una mayor evaporación. Esta es la razón por la que la ropa se seca más rápido en un día ventoso que en un día tranquilo.
La evaporación es un proceso continuo que ocurre a todas las temperaturas por encima del cero absoluto, pero se vuelve más notorio a medida que aumenta la temperatura y las condiciones favorecen el escape de moléculas de la fase líquida a la fase gaseosa.