En K2O, el potasio (K) es un metal y el oxígeno (O) es un no metal. Cuando estos dos elementos se combinan, el potasio pierde un electrón de valencia frente al oxígeno, lo que da como resultado la formación de iones K+ y O2-. Estos iones con cargas opuestas se atraen entre sí para formar un enlace iónico. La fuerza electrostática de atracción entre los iones K+ y O2- mantiene unido el compuesto.