- Contaminación del aire: El dióxido de azufre (SO2) se libera al aire desde centrales eléctricas, fábricas y otras fuentes. Este gas puede causar problemas respiratorios, dañar cultivos y bosques y contribuir a la lluvia ácida.
- Contaminación del agua: El azufre también puede ingresar al suministro de agua a través de la escorrentía de campos agrícolas y operaciones mineras. Esto puede contaminar el agua potable y dañar la vida acuática.
Efectos sobre la salud:
- Problemas respiratorios: El dióxido de azufre puede provocar problemas respiratorios, como bronquitis, asma y enfisema.
- Irritación ocular: El azufre también puede irritar los ojos, provocando enrojecimiento, ardor y lagrimeo.
- Irritación de la piel: El contacto con el azufre puede provocar irritación de la piel, como erupciones y quemaduras.
- Reacciones alérgicas: Algunas personas pueden ser alérgicas al azufre y experimentar síntomas como urticaria, hinchazón y dificultad para respirar.
Corrosión del material:
- El azufre también puede corroer materiales como el metal y el hormigón. Esto puede dañar edificios, puentes y otras estructuras.