1. Transferencia de electrones:el sodio es un metal y el cloro es un no metal. El sodio tiene un electrón en su capa más externa (electrón de valencia), que tiende a ceder fácilmente, mientras que el cloro tiene siete electrones en su capa más externa y necesita uno más para completar una configuración estable.
2. Formación de iones:cuando el sodio y el cloro entran en contacto, el átomo de sodio cede su electrón de valencia al átomo de cloro. Como resultado, el sodio pierde un electrón y se convierte en un ion con carga positiva (catión sodio, Na+), mientras que el cloro gana un electrón y se convierte en un ion con carga negativa (anión cloruro, Cl-).
3. Atracción electrostática:Los iones de sodio cargados positivamente (Na+) y los iones de cloruro cargados negativamente (Cl-) ahora se atraen electrostáticamente entre sí. Esta atracción se debe a las cargas opuestas de los iones.
4. Enlace iónico:la fuerza electrostática entre los iones de sodio y cloruro es lo que los mantiene unidos para formar un compuesto iónico. Este tipo de enlace químico, en el que los iones se mantienen unidos mediante fuerzas electrostáticas, se conoce como enlace iónico.
5. Red cristalina:En el cloruro de sodio, los iones de sodio y cloruro se organizan en una estructura tridimensional regular y repetitiva llamada red cristalina. Cada ion sodio está rodeado por seis iones cloruro y cada ion cloruro está rodeado por seis iones sodio. Esta disposición maximiza la atracción electrostática entre los iones y da como resultado la formación de una estructura cristalina estable.
En resumen, la combinación de sodio y cloro implica la transferencia de electrones, la formación de iones de sodio con carga positiva e iones de cloruro con carga negativa, y la atracción electrostática entre estos iones con carga opuesta. Esto da como resultado la formación de un compuesto iónico, cloruro de sodio (NaCl), con una estructura de red cristalina estable.