Los líquidos con enlaces de hidrógeno tienden a tener viscosidades más altas. Esto se debe a que los enlaces de hidrógeno crean fuertes fuerzas intermoleculares entre las moléculas, lo que hace que sea más difícil que fluyan unas sobre otras. La fuerza de los enlaces de hidrógeno también afecta la viscosidad, y los enlaces de hidrógeno más fuertes conducen a viscosidades más altas. Además, el tamaño y la forma de las moléculas también pueden afectar la viscosidad, y las moléculas más grandes y complejas tienden a tener viscosidades más altas. Los enlaces de hidrógeno también pueden conducir a la formación de redes o grupos de moléculas, lo que aumenta aún más la viscosidad.