- Acidificación de los océanos: Los crecientes niveles de dióxido de carbono en la atmósfera debido a las actividades humanas (principalmente por la quema de combustibles fósiles) están provocando la acidificación de los océanos. El Océano Pacífico, como otros océanos, absorbe una cantidad significativa de dióxido de carbono atmosférico, que reacciona con el agua de mar para formar ácido carbónico. El aumento de la acidez en el océano puede tener efectos perjudiciales sobre los organismos marinos, particularmente aquellos que forman conchas o esqueletos de carbonato de calcio, como los corales, los mariscos y algunas especies de plancton.
- Aguas que se calientan: El Océano Pacífico está experimentando temperaturas más cálidas debido al cambio climático global. Esto puede provocar el blanqueamiento y la muerte de los arrecifes de coral, que son hábitats cruciales para una amplia gama de vida marina. Además, las aguas más cálidas pueden alterar la distribución de las especies marinas, alterar la dinámica de los ecosistemas y contribuir a la pérdida de biodiversidad.
- Contaminación y Escorrentía: La contaminación procedente de actividades humanas, incluidos desechos industriales, aguas residuales, escorrentías agrícolas y plásticos, puede ingresar al Océano Pacífico a través de ríos y arroyos. Los contaminantes pueden dañar los organismos marinos mediante efectos tóxicos o alterando sus hábitats. La escorrentía excesiva de nutrientes de los fertilizantes puede provocar la proliferación de algas nocivas, que pueden agotar el oxígeno del agua y crear "zonas muertas" donde la vida marina no puede sobrevivir.
- Sobrepesca: La sobrepesca, particularmente de los principales depredadores, puede alterar las cadenas alimentarias marinas y alterar la dinámica de los ecosistemas. Las prácticas de pesca, como la pesca de arrastre de fondo, también pueden dañar los hábitats del fondo marino y afectar a las comunidades marinas.
- Variabilidad natural: Es importante reconocer que el Océano Pacífico es un sistema complejo que experimenta ciclos y variabilidad climáticos naturales. Las fluctuaciones en las temperaturas, las corrientes y la disponibilidad de nutrientes de los océanos pueden afectar significativamente la vida y los ecosistemas marinos. Sin embargo, los cambios inducidos por el hombre en la química de los océanos y otros factores estresantes están exacerbando estas variaciones naturales y provocando impactos más graves y duraderos.