- Altos niveles de deuda: Los mercados emergentes suelen tener altos niveles de deuda, tanto pública como privada. Esto puede dificultarles el cumplimiento de sus obligaciones de deuda, especialmente cuando enfrentan crisis económicas.
- Instituciones débiles: Las instituciones de los mercados emergentes suelen ser más débiles que las de los países desarrollados. Esto puede hacer que a los mercados emergentes les resulte más difícil hacer cumplir los contratos y proteger los derechos de los acreedores.
- Inestabilidad política: Los mercados emergentes también tienen más probabilidades de experimentar inestabilidad política que los países desarrollados. Esto puede dificultar que a los acreedores les resulte difícil predecir el entorno político futuro en un mercado emergente.
- Riesgo cambiario: Los acreedores que prestan a los mercados emergentes enfrentan un riesgo cambiario, que es el riesgo de que el valor de la moneda local caiga. Esto puede reducir el valor de los pagos de intereses y principal que el acreedor recibe en su propia moneda.
- Controles de cambio :Algunos gobiernos de mercados emergentes imponen controles cambiarios, lo que restringe la capacidad de los residentes de convertir su moneda nacional en moneda extranjera. Esto puede dificultar que los acreedores paguen sus préstamos en moneda extranjera.