1. Formación de Biopelículas Protectoras:
Las bacterias del suelo producen una variedad de sustancias poliméricas extracelulares (EPS) que forman una biopelícula en las superficies de acero cuando las bacterias colonizan el metal. Esta biopelícula actúa como una barrera física, protegiendo el acero del contacto directo con agentes corrosivos como agua, oxígeno e iones de cloruro.
2. Modificación del pH:
Algunas bacterias del suelo pueden alterar el pH del ambiente circundante al secretar compuestos alcalinos. Este aumento localizado del pH reduce la acidez del agua en contacto con el acero, inhibiendo así el proceso de corrosión.
3. Producción de inhibidores de corrosión:
Ciertas bacterias del suelo liberan compuestos químicos que actúan como inhibidores naturales de la corrosión. Estos compuestos pueden reaccionar con la superficie del acero para formar complejos protectores que evitan que el metal reaccione con especies corrosivas.
4. Agotamiento de oxígeno:
Las bacterias aeróbicas consumen oxígeno durante la respiración, creando un ambiente sin oxígeno alrededor de la superficie del acero. La reducción de oxígeno limita la disponibilidad de uno de los elementos esenciales necesarios para que se produzca la corrosión.
5. Competencia por los nutrientes:
Las bacterias beneficiosas del suelo pueden superar a las bacterias dañinas que contribuyen a la corrosión por los nutrientes y el espacio. Al dominar la comunidad microbiana en la superficie del acero, estas bacterias beneficiosas reducen la presencia de microorganismos corrosivos.
6. Adhesión mejorada:
La biopelícula formada por bacterias del suelo mejora la adhesión de los revestimientos protectores aplicados al acero. Esta unión más fuerte entre el revestimiento y la superficie de acero proporciona protección adicional contra la corrosión.
7. Propiedades de autocuración:
Las bacterias beneficiosas del suelo pueden exhibir propiedades de autocuración. Si la biopelícula protectora se daña o se ve comprometida, las bacterias pueden reproducirse rápidamente y reparar las áreas dañadas, asegurando una protección continua contra la corrosión.
8. No tóxico y respetuoso con el medio ambiente:
El control de la corrosión de base biológica que utiliza bacterias del suelo es un enfoque ecológico en comparación con los métodos tradicionales que utilizan productos químicos tóxicos. Las bacterias del suelo son microorganismos naturales que no representan riesgos para el medio ambiente o la salud.
9. Rentable y sostenible:
La utilización de bacterias del suelo para el control de la corrosión puede resultar rentable a largo plazo. La aplicación de bacterias beneficiosas es un proceso único que proporciona protección continua, lo que reduce la necesidad de mantenimiento frecuente o reemplazo de estructuras de acero.
10. Aplicabilidad en diversos entornos:
Las bacterias del suelo se pueden encontrar en diversos tipos de suelo, lo que permite su aplicación en diversos entornos, incluidos campos agrícolas, áreas industriales, regiones costeras y entornos marinos.
En conclusión, las bacterias del suelo ofrecen una solución prometedora y ecológica para proteger el acero de la corrosión. Su capacidad para formar biopelículas protectoras, modificar el pH, producir inhibidores naturales y competir con bacterias dañinas proporciona un enfoque sostenible para el control de la corrosión en diversos entornos industriales y ambientales.