La fusión es un proceso que combina dos átomos en uno, liberando una gran cantidad de energía. En un reactor de fusión, el deuterio y el tritio se calientan a temperaturas extremadamente altas y se combinan para formar helio y un neutrón. El neutrón transporta la mayor parte de la energía liberada por la reacción de fusión y debe ser absorbido por las paredes del reactor para evitar que dañe los componentes del reactor.
El tungsteno es uno de los principales candidatos para el material que se utilizará para blindar las paredes de un reactor de fusión. Sin embargo, el tungsteno también es frágil y puede resultar dañado por los neutrones de alta energía liberados por la reacción de fusión. Los investigadores del NIF están estudiando cómo se pueden utilizar los isótopos de tungsteno, que son diferentes formas de tungsteno con diferente número de neutrones, para mejorar el rendimiento de la armadura de tungsteno en un reactor de fusión.
Los investigadores utilizaron un potente láser para calentar muestras de tungsteno a temperaturas de más de 1 millón de grados centígrados. Luego agregaron deuterio y tritio a las muestras y estudiaron cómo interactúa el tungsteno con los gases. Los resultados del estudio mostraron que los isótopos de tungsteno se comportan de manera diferente en presencia de deuterio y tritio, y que las diferencias de comportamiento podrían usarse para mejorar el rendimiento de la armadura de tungsteno en un reactor de fusión.
El estudio supone un importante paso adelante en el desarrollo de materiales que puedan soportar las condiciones extremas dentro de un reactor de fusión. Los resultados del estudio se utilizarán para diseñar y probar nuevos materiales de armadura de tungsteno para el ITER y ayudarán a allanar el camino para el desarrollo de futuros reactores de fusión.