Los investigadores, de la Universidad de California, Berkeley, estudiaron un sensor de nutrientes llamado vía TOR (objetivo de la rapamicina). Esta vía se encuentra en todos los eucariotas, que incluyen animales, plantas y hongos. La vía TOR ayuda a las células a detectar la disponibilidad de nutrientes y ajustar su crecimiento en consecuencia.
Los investigadores descubrieron que la vía TOR se compone de dos componentes:un dominio quinasa y un dominio HEAT (Huntingtin, factor de elongación 3, subunidad PR65/A de la proteína quinasa A, TOR1). El dominio quinasa es responsable de detectar nutrientes, mientras que el dominio HEAT es responsable de transmitir esta señal al resto de la célula.
Los investigadores demostraron que el dominio quinasa de la vía TOR evolucionó a partir de una proteína quinasa existente, mientras que el dominio HEAT evolucionó a partir de una proteína del dominio HEAT existente. Esto significa que la vía TOR se creó combinando dos elementos existentes, en lugar de desarrollar una proteína completamente nueva.
Este hallazgo sugiere que la evolución puede crear nuevas proteínas combinando elementos existentes, en lugar de empezar desde cero. Esto podría ayudar a los científicos a comprender cómo los organismos se adaptan a entornos cambiantes, ya que podrían crear nuevas proteínas combinando elementos existentes, en lugar de tener que desarrollar proteínas completamente nuevas.
Los investigadores publicaron sus hallazgos en la revista Nature Structural &Molecular Biology.