1. Apaga las luces cuando no las estés usando. Esta es la forma más sencilla de reducir la contaminación lumínica. Cuando salgas de una habitación, apaga las luces detrás de ti. También puede apagar las luces en partes no utilizadas de su casa, como el sótano o el ático.
2. Utilice reguladores de intensidad. Los reguladores de intensidad le permiten controlar el brillo de las luces. Cuando no necesite mucha luz, atenúe las luces para reducir la contaminación lumínica.
3. Utiliza sensores de movimiento. Los sensores de movimiento pueden encender las luces cuando hay alguien presente y apagarlas cuando no lo está. Esto puede ayudarle a ahorrar energía y reducir la contaminación lumínica.
4. Utilice iluminación blindada. La iluminación blindada dirige la luz hacia abajo, donde se necesita, y reduce la cantidad de luz que escapa hacia el cielo.
5. Utilice bombillas de bajo consumo. Las bombillas de bajo consumo consumen menos energía y producen menos contaminación lumínica. Cuando reemplace las bombillas, elija bombillas de bajo consumo en lugar de bombillas incandescentes tradicionales.
6. Sea consciente de su entorno. Cuando elijas dónde colocar las luces, ten en cuenta el área circundante. Evite colocar luces donde brillen directamente hacia las ventanas de los vecinos o hacia el cielo nocturno.
7. Participe en su comunidad. Muchas comunidades tienen ordenanzas sobre contaminación lumínica. Si su comunidad no tiene una ordenanza, puede trabajar con los funcionarios locales para aprobarla. También puedes apoyar a organizaciones que trabajan para reducir la contaminación lumínica.